Impecable Realidad

¡A que no saben de donde vengo! Suelo decir el nombre de mi tierra originaria y no me creen, se ríen o sienten curiosidad de averiguar si existe efectivamente en el mapa un lugar llamado así: Melón. Junto a mi familia, no somos los únicos habitantes, ni tampoco vivimos al lado de la zandía, que es lo que típicamente suelen decirnos a los meloninos. Pero, ahora deje (momentáneamente) mi lugar, buscando el sol, una vida costera y una eterna época de playa: Antofagasta.



















sábado, 20 de agosto de 2011

... Hasta Pronto

El último adiós duele más allá de lo que podemos soportar. Es una sensación que realmente cuesta transmitirla por palabras... Sentimos que la comida no tiene sabor, el agua no te quita la sed, la palabras no tienen realmente ningún sentido y sólo sientes que algo te aprieta el corazón... supongo que la única definición que se ajusta a esas condiciones es: dolor. No hay consuelo que realmente funcione, no hay abrazo que lo haga olvidar, no hay apretón de manos que te pueda hacer sentir mejor. Es difícil, lo sé, pero lo que no sé muy bien es cómo ahora puedo estar mejor; no me di cuenta en qué momento pude sonreír al recordarlo, sin que un gesto de tristeza desfigurara mi cara. 

...No sé si existen esos prados verdes de los que hablan, o si realmente te juntas con tus familiares que han partido hace un tiempo, pero dicen que el cielo es el paraíso, que ellos están mejor allá, que nosotros somos los desafortunados que nos quedamos acá, pero debo advertir que la vida es hermosa desde muchos puntos de vistas, acá en la Tierra por lo menos, donde ellos ya vivieron.  No importa la familia que tengas, el lugar donde crezcas, las cosas que hagas, los "condoros" que te mandes, la vida es hermosa porque puedes VIVIR y en la mayoría de los casos... conocer personas maravillosas, tal como ELLOS lo fueron y nos enseñaron a serlo... Y si el dicho dice, "pasó a mejor vida", entonces no logro imaginar lo espectacular que debe ser ese lugar donde sea que estén esperándonos.

Ahora, sí hay algo que sé muy bien; y es que no podemos evitar ser egoístas en más de un momento, muchas veces queremos estar con ellos a toda costa, sin importar si ellos realmente están bien o de verdad, necesitan descansar...pues sólo queremos volver a sostener su mano, sentir su amor a través de un abrazo,  oír su voz que más de una vez quizás nos llamó la atención por alguna cosita que hicimos mal. Pero debo advertirte que ya tuvimos esas oportunidades, para eso tuvimos una vida que nos permitió disfrutar de esas cosas, de esos momentos alegres o tristes que nos hicieron más felices y fuertes...afortunadamente algunos tuvieron o tienen más tiempo que otros, pero lo importante es aprender a valorar esas oportunidades, y no hacerlo solamente en los últimos momentos cuando tememos perderlos...Recuerda que como todo, no es importante la cantidad de tiempo que pasaste con ellos, sino la "calidad" de esos encuentros, la real importancia de esos momentos que cambiaron tu vida para siempre por el sólo hecho que ellos existieran en la tuya.

Antes de despedirme, les contaré algo muy personal pero que me sorprendió. Cuando mi papá Arturo murió guarde una funda de la almohada que él usaba, después de ocho años, aún conserva algo de su olor, porque aunque no queramos el tiempo muchas veces borra algunas cosas de nuestra memoria, afortunadamente...NO DE NUESTROS CORAZONES. 


Supongo que después de darnos la vida y habernos enseñado tanto, realmente merecen mucho más que el cielo y definitivamente merecen un descanso eterno <3. 




Disfruten a los suyos lo más que se pueda hasta el final .